l modelo de valor -a diferencia de los modelos de negocio tradicionales- arranca desde un propósito, entendido como un anhelo superior que motiva a toda la organización a agregar valor no solo a sus accionistas sino también a la sociedad y el medio ambiente.

El modelo de valor surge desde la demanda, es decir su interés es resolver una necesidad del mercado, a diferencia del modelo tradicional que arranca desde la oferta de un producto o servicio.

El modelo de valor es la natural evolución de los tradicionales modelos de negocio que, aun cuando están plenamente vigentes y los usa la gran mayoría de organizaciones, carecen de algunos elementos propios de estos nuevos tiempos.

Las empresas innovadoras están migrando desde el modelo de negocio al modelo de valor –aunque de momento le llamen de otra forma- porque sienten que los tiempos así lo exigen, por un lado, por razones éticas y porque de no hacerlo se enfrentarán a la obsolescencia.

El modelo reconoce los segmentos del mercado como personas a las que se debe impactar positivamente, las ve como seres humanos con creencias culturales, organiza su propuesta de valor desde una perspectiva antropológica en vez de ver solo grupos socioeconómicos o simples datos demográficos.

Si bien este modelo busca agregar valor a todos los involucrados, poniendo especial énfasis en la sociedad y el medio ambiente, también busca garantizar la rentabilidad, por eso asigna especial atención a la variable resultados.

(*) El Modelo de Valor se pone a disposición del mercado en la modalidad de código abierto para ser usado libremente en el proceso de configuración de proyectos.